DESARROLLO DE LIDERAZGO

Hora de hacer limpieza de primavera 5 formas en que los directores generales pueden evaluar y restablecer la cultura de la empresa

Para los directores generales, el trabajo de construir y mantener una cultura empresarial sólida nunca termina. Incluso las mejores culturas pueden verse desafiadas en un panorama empresarial incierto. Pero no hay duda de que la cultura marca la diferencia en todos los equipos ganadores.

Los grandes directores generales evalúan periódicamente la cultura de su empresa para identificar lo que funciona y lo que no, y hacer los ajustes necesarios. A continuación se exponen los cinco pasos que siguen los principales líderes cuando hacen la «limpieza de primavera» de la cultura de su empresa:

  1. Reconocer la necesidad de una revisión cultural

El primer paso es comprender cuándo la cultura de la empresa necesita un reajuste. Todos hemos reconocido las señales de una cultura empresarial en crisis. Los objetivos no se cumplen. Falta confianza entre los equipos. La gente señala con el dedo y culpa a los demás de los problemas de rendimiento. Hay poca responsabilidad y mala comunicación. La toma de decisiones es demasiado lenta y burocrática. La gente se paraliza por miedo a cometer errores o teme pedir ayuda cuando la necesita. Se crean silos. La señal más dañina es cuando los índices de rotación son elevados y los directivos se dan cuenta de que sus mejores trabajadores se marchan.

A nivel de liderazgo, los directores generales pueden tomar atajos para alcanzar los indicadores clave de rendimiento o centrarse en apagar fuegos en lugar de en la estrategia. Los grandes líderes reconocen estos indicadores como señales de que su cultura necesita un nuevo impulso y pueden tomar medidas para rejuvenecerla.

  1. Establecer el tono desde arriba

Una vez que los líderes identifican las áreas problemáticas de su empresa, los mejores actúan marcando la pauta para el cambio. El legendario entrenador de fútbol americano de Notre Dame, Lou Holtz, dijo una vez que nunca sabía quiénes eran sus mejores jugadores hasta que su equipo perdía. Yo también lo he experimentado en el mundo empresarial.

Los verdaderos competidores dan un paso adelante en tiempos difíciles. En medio de los retos más difíciles, los ganadores encuentran el camino. Fomentar esa cultura ganadora significa que el equipo sabe que están juntos en la batalla, que se levantarán unos a otros cuando fallen y que afrontarán el siguiente reto como un equipo más fuerte. Los equipos prosperan cuando superan juntos los retos.

  1. Mantener la conexión con la misión y la visión

Los grandes líderes se aseguran de que todos los miembros del equipo sepan en qué consiste el éxito. La transparencia sobre las expectativas -y la forma en que cada empleado influye en los resultados- mantiene al equipo comprometido y motivado. La comunicación abierta sobre los resultados y el progreso ayuda al equipo a mantenerse estrechamente conectado. Cuando el equipo ejecutivo explica claramente cómo sus iniciativas impulsan los resultados de la empresa, se establece un tono que fomenta la coherencia entre las acciones individuales y los objetivos generales de la empresa.

Un equipo directivo fuerte es el núcleo de cualquier cambio cultural. Es algo más que liderar. Los ejecutivos de éxito se mantienen activamente comprometidos con los equipos para resolver los problemas en colaboración y asegurarse de que todos comprenden la visión y la estrategia. Como punta de lanza, el equipo ejecutivo también demuestra que siempre está trabajando para mejorar como líder. Celebran las victorias de sus empleados y subrayan la importancia de mantener los valores culturales de la empresa.

Con el tiempo, un líder puede revisar la misión, la visión y los valores de la organización para asegurarse de que la empresa sigue respondiendo a las necesidades de los clientes. Sin embargo, los cambios en estos elementos básicos son estratégicos, no reaccionarios. Preparan el camino para una cultura empresarial centrada en la mejora constante.

  1. Mejorar la moral del equipo

En las mejores culturas empresariales, los empleados están capacitados para asumir riesgos con conocimiento de causa y aprender de los fracasos. Los miembros del equipo están entusiasmados con las oportunidades y posibilidades, y con frecuencia surgen nuevas ideas. Los empleados afrontan los retos con curiosidad. Los equipos prósperos cumplen los plazos y los compromisos. Los empleados se comunican de forma proactiva, frecuente y respetuosa. En las mejores empresas, hay un sentido de propósito, camaradería y alegría en la oficina.

Parece sencillo, pero el entorno de la oficina contribuye al éxito de un equipo. Garantizar que la oficina esté ordenada, bien iluminada y tenga espacio para el trabajo concentrado y la colaboración ayuda al equipo a mantenerse optimista y productivo. Proporcionar la tecnología, las herramientas y la formación que el equipo necesita para tener éxito también es esencial para la moral del equipo.

  1. Compromiso permanente para mejorar la cultura de la empresa

Los grandes líderes son coherentes, se centran en el rendimiento y establecen un sólido circuito de retroalimentación con los clientes y los miembros del equipo. La transparencia, los controles frecuentes de los líderes y la comunicación clara cuando se producen cambios son esenciales para construir y mantener una cultura empresarial fuerte y adaptable.

Cuando los líderes permanecen abiertos a los comentarios y buscan activamente nuevas perspectivas de sus homólogos, pueden perfeccionar continuamente su enfoque de liderazgo y evolucionar a medida que cambian las circunstancias. Mantenerse en contacto con directores generales que afrontan los mismos retos les ayuda a aprender de los demás y a ver más allá de las esquinas.

En los equipos ganadores, a menudo los líderes miran hacia arriba y se dan cuenta de que la suma es aún mayor que las partes. Los grandes líderes trabajan constante e intencionadamente para crear ese tipo de equipo. Los líderes empresariales son la clave para iniciar este cambio, dirigiendo sus empresas hacia un futuro de adaptabilidad, compromiso y crecimiento continuo. Estas cinco estrategias pueden conducir a una cultura empresarial revitalizada que eleve la moral de los empleados e impulse el éxito empresarial sostenido.

Este artículo se publicó primero en Vistage US, puedes leer la versión original en inglés aquí.